4/4/10

Un día hay vida. Por ejemplo, un hombre de excelente salud, ni siquiera viejo, sin ninguna enfermedad previa. Todo es como era, como será siempre. Pasa un día y otro, ocupándose sólo de sus asuntos y soñando con la vida que le queda por delante. Y entonces, de repente, aparece la muerte. El hombre deja escapar un pequeño suspiro, se desploma en un sillón y muere. Sucede de una forma tan repentina que no hay lugar para la reflexión; la mente no tiene tiempo de encontrar una palabra de consuelo. No nos queda otra cosa, la irreductible certeza de nuestra mortalidad. Podemos aceptar con resignación la muerte que sobreviene después de una larga enfermedad, e incluso la accidental podemos achacarla al destino; pero cuando un hombre muere sin causa aparente, cuando un hombre muere simplemente porque es un hombre, nos acerca tanto a la frontera invisible entre la vida y la muerte que no sabemos de qué lado nos encontramos. La vida se convierte en muerte, y es como si la muerte hubiese sido dueña de la vida durante toda su existencia. Muerte sin previo aviso, o sea, la vida que se detiene. Y puede detenerse en cualquier momento.

(texto: paul auster; foto mía)

9 comentarios:

Jacqueline dijo...

me encanto todo, la foto y el texto genial. te pusiste serio.. esta bien!

juli dijo...

me gusto el texto gas
esta muy bueno
pero vos te pusiste melancolico por tus veinte que pones esas cosas?
tranquilo mi vida, la vida es larga.
te quiero
y me encanto llamarte hoy y que nos hayamos puesto al día.
i love you

Anónimo dijo...

esa fotooooooooooooooooooo !!!! toda la nostalgia !! por esa foto entre a tu fotolog la primera vez !! ... siempre me gustó .. u know :)))

gracias por rescatarla :)

besos

d+

El alter ego de Mabel dijo...

Bueno, todos morimos de mortalidad. Eso es lo realmente aterrador.

Juan Ignacio dijo...

La certeza de la imortalidad es lo que hace que no seamos libres.

Juan Ignacio dijo...

agenda et corrigenda:

donde dice "inmortalidad", debe decir "mortalidad".


Un acto fallido supongo.

Meli dijo...

cada vez que pienso sobre la muerte me da escalofrío. pero supongo que si fuéramos inmortales querríamos la mortalidad, no?
es un tema que dá tanto para hablar, que creo q ni la vida misma alcanza para encontrar la respuesta a las incógnitas que muchos tenemos.
además, cada respuesta viene ligada a varias otras y más preguntas.
hay tantas definiciones y frases célebres sobre la vida y la muerte.. que al final creo que prefiero quedarme con la mia.

ŦяąЍ dijo...

(Juan Ignacio te pasas).
Se puso medio serio tu blog. A pesar de que me gustan más tus textos, es cierto... pero también creo que moralizamos demasiado a la muerte, y sobre todo con miedo.

Anónimo dijo...

Es la primera vez que entro a este blog, y estoy impresionado. La verdad es que me resisto a "bloggear" pero por blogs como este, me lo vuelvo a replantear.
A veces siento que estar frente a una pantalla es como una terrible muerte, y otras resucito muertos, y los vivo.
Cuánta virtualidad.
Por el momento y por las dudas, no deseo quedarme con las ganas de nada.
Felicitaciones!!

Todo conduce a la muerte, solo que algunos en vez de ir variando, se empecinan en un solo camino!

(mi blog es:) www.enriquecimientoliteral.blogspot.com