13/9/08

Todo me sorprende. A veces tengo la sensación de que hace una hora que he venido a la tierra y de que todo es nuevo, flamante, hermoso. Entonces abrazaría a la gente por la calle, me pararía en medio de la vereda para decirles: ¿Pero ustedes por qué andan con esas caras tan tristes? Si la vida es linda, linda...
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dios, alá, buda: los amo a todos.
gracias, gracias.
¡la puta, que vale la pena estar vivo!

1/9/08

Limpian vidrios, venden desde flores hasta autitos de juguete, hacen malabarismos, piden limosna, arrastran muletas con expresión mendicante, muestran un certificado donde "consta" que están enfermos de sida. También hay otros que balbucean un torpe castellano para pedir una moneda y decir que son rumanos o bosnios, exhiben sus chicos con un cartel de "desocupado". Cada vez más personas aguzan el ingenio para sobrevivir en Buenos Aires.

Figueroa Alcorta, Leandro Alem, Paseo Colón, Florida, 9 de Julio, Callao, son las calles preferidas por este pequeño ejército de excluidos de toda protección social. A toda hora del día, puede verse a las tristes mujeres rumanas con sus hijos en brazos, a discapacitados que imploran un "ayúdeme", a vendedores de parasoles, cañas de pescar, inflables para las piletas y otros artículos de verano. Están, también, los que piden "una moneda para el colectivo", y a veces aparecen algunos "veteranos" de Malvinas, que solicitan una "colaboración".

(Clarín, 18/02/2001)