20/10/09

Quiero ser un pendejo 1
Llegan de Palermo, Belgrano y Recoleta e invaden de a poco los bares. Ellos, cuarenta y pico, chomba cocodrilo y botas muy top. Ellas, adolescentes mi-mamá-me-mima, lentes grandes y carterita trucha de Louis Vitton. Las menos prudentes usan shorcitos que dejan poco a la imaginación. Las recatadas, pollera tres cuartos o babucha. Ellos tienen pancita de cerveza y se prometen bajarla el finde haciendo footing. Ellas se quejan de que no tienen el culo de Araceli González, de que ojalá tuvieran las tetas de la Prandi, de que la ropa ya no les entra. Pero a ellos no les importa. Son las ocho y una pareja llega tras otra. Es sábado a la noche y Puerto Madero se llena de pendeviejos y pendejas.